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(Publicado este 25 de mayo en Medio Tiempo)
Cuando el ciclo de Frank Rijkaard llegó a su fin, debido en gran medida a la incapacidad del holandés por manejar el vestuario, repleto de estrellas rebeldes, la apuesta de Joan Laporta de sentar a Guardiola en el banquillo del Barça fue considerada por aficionados y algunos directivos como una apuesta "muy arriesgada".
Tras sus dos primeros partidos, en los que cosechó una derrota y un empate, el entrenador novato se asomó al abismo. Pero él tenía una idea y estaba dispuesto a morir por ella. "La gente estará orgullosa porque verán que los jugadores lo dan todo en el campo. El equipo correrá y se esforzará. Perseveraremos", dijo en sus inicios.
"La gente estará orgullosa porque verán que los jugadores lo dan todo en el campo. El equipo correrá y se esforzará. Perseveraremos" Y hoy en día ha llevado hasta la última instancia sus fundamentos. Guardiola ha transformado el "modus operandi" del equipo, ha cambiado las formas, el contenido, ha perfeccionado el sistema, ahora suena como una orquesta sinfónica moderna, en donde cada instrumento hace lo suyo sin entorpecer la tarea del todo.
Guardiola es un tipo singular. Raro de pies a cabeza, excepcional. Se mueve con cuidado y casi en absoluto silencio. No da entrevistas particulares. Y no las da porque se resiste a caer en esa especie de juego con los locutores influyentes. "¿Por qué le voy a dar a un tipo poderoso una entrevista y se la voy a negar un pequeño reportero de provincias?".
SEIS TÍTULOS Y ENVEJECIMIENTO POR ESTRÉS
Ha envejecido al ritmo con el que el Barça mueve el balón de lado a lado. Sobre todo en los primeros 18 meses, los meses de los seis títulos, del debut, del estrés producto del trabajo y la presión. Cuando asumió el cargo como entrenador del primer equipo, Pep tenía la misma cantidad de pelo que cuando se retiró como jugador, lucía la misma estampa que cuando portaba el "4" en la espalda y su semblante podía describirse como el de un jugador entrenador y no como el de un entrenador que algún día fue jugador.
Un año y medio después de su debut, en la Final del Mundial de Clubes de Abu Dabi, las imágenes dejaban ver los estragos de un trabajo incesante, demoledor para un técnico inquieto, al que lo rebasa el estrés que le produce la búsqueda de la perfección.
Cruyff, "el entrenador más importante" que ha tenido Guardiola, el que le ayudó a entender "por qué ganas y por qué pierdes", del que aprendió que "el futbol es un juego de pases", ya lo dijo alguna vez: "Pep es un tío muy inteligente, obsesivo en todos los detalles, conseguirá lo que quiera, pero con el tiempo deberá dejar ese seguimiento tan cercano de todo o acabará enfermo".
Pero Guardiola es así, un hombre tozudo. Es una apisonadora. Como su equipo. Su círculo cercano lo describe como una persona apasionada y obsesivo. Su hermano menor, Pere, lo considera un ser "orgulloso" y asegura que cuando algo se le mete en la cabeza se vuelve alguien "muy pesado, no para".
Xavi lo describe como el hombre clave de este Barça. "No hay secreto: él lo da todo, no se da un respiro. Es un enfermo del futbol, no sé si se da cuenta de su intensidad. Se implica tanto y hay tanto compromiso por su parte que si no respondes, quedas retratado".
Albert Benaiges, hasta hace poco coordinador de las Fuerzas Básicas del conjunto azulgrana y actual Director de la FCB Escola del club, describió para Medio Tiempo el momento en el que lo conoció. "Cuando lo conocí con 13 años era flaco, feo, cabezón, y ahora es el gran jefe de los entrenadores del mundo. La verdad es que es una pasada".
GUARDIOLA, AL PURO ESTILO RESERVOIR DOGS
Guardiola es detallista. Cuida todas sus formas, por eso el mundo del futbol quedó asombrado cuando se refirió a Mourinho como "el puto amo" de las salas de prensa. Tienen tantas manías como respuestas para cuando un partido se le pone cuesta arriba. Pasa ante las cámaras como uno de aquellos personajes de "Reservoir Dogs" de Tarantino, con sus trajes finos y sus corbatas delgadas.
Se le reconoce como el entrenador de la barba crecida de tres días y el pelo recortado cada día más. Lo del gusto por la moda se lo debe a su mujer, Cristina Serra, cuya familia tiene una recocida tienda de ropa. Ella es la que alimentó sus refinados gustos por los viajes, por la fotografía y el cine, fue ella la que lo adentró en el gran mundo de la lectura.
El último libro que envolvió a Pep fue "El arma de los invisibles", una novela que apela a la amistad y los valores del gran periodista y escritor español José Manuel García, romántico del futbol y gran persona, con el que Medio Tiempo pudo hablar y preguntarle por la posible razón por la que Guardiola se enamoró de su novela.
"Creo que le gusta lo del afán de superación, que una persona normal pueda lograr sus objetivos por muy difíciles que sean, para ello recibe la ayuda de otros. Los invisibles. La buena gente, la gente normal, si se lo propone, logra llegar a grandes metas. Ahora también la están leyendo Iniesta y Puyol", comenta con ilusión.
Y es que Guardiola también se mueve por anhelos y esperanzas. De ahí los videos que pone a sus jugadores antes de los partidos más importantes, como la versión editada de Gladiador antes de la Final de la Champions League en 2009. O la canción de "Viva la vida" de Coldplay. O la cinta que les puso a sus jugadores con los mejores momentos de cada uno de ellos.
Guardiola siempre se reinventa. No por algo su Barça es la síntesis de la mejor versión del afamado "Dream Team". Es barcelonista hasta las entrañas. Nunca olvida sus orígenes, los de ser hijo de un albañil, la de ser un niño de pueblo.
[MEDIOTIEMPO]
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