miércoles, 30 de marzo de 2011

Habrá Liga este fin de semana


Artículo publicado en MedioTiempo.com

Los clubes quieren acabar con la tradición del futbol en TV abierta, el gobierno se opone por intereses políticos y ahora se pone en la mesa la posible suspensión por huelga de los partidos de la liga de España programados para este fin de semana. El pleito sigue, a pesar de las consecuencias que se podrían generar; y todo parece indicar que el gobierno y la LFP dejarán la decisión en manos de una jueza.

Mientras que la mayoría de los clubes de Primera y Segunda División de España desean que se llegue a un acuerdo antes de que la titular del juzgado de Primera Instancia número 63 de Madrid, Purificación Puyol, tome una decisión sobre la huelga que amenaza con suspender el futbol español este fin de semana (2 y 3 de abril), el patronato de Liga de Futbol Profesional se mantiene firme en su postura de llevar a cabo la huelga si se mantiene la obligatoriedad de pemitir un partido por televisión en abierto.

El conflicto es complicado y complejo. Todo comenzó el pasado 11 de febrero, día en que la Asamblea Extraordinaria de la Liga anunció que la mayoría de los clubes (13 clubes) tenían la intención de ir a huelga y suspender la Jornada 30 del futbol español si no se producían avances significativos sobre la obligación de televisar un partido en abierto.

La LFP entiende que esta drástica medida es en beneficio de los clubes de Primera y Segunda División, ya que, según el patronato de la Liga, estos equipos dejan de percibir alrededor de 150 millones de euros anuales por dicho contrato.

Por su parte, el Gobierno, que podría evitar la huelga si decidiera modificar la "Ley del futbol" de 1997, que obliga a emitir un partido en abierto, no está dispuesto, ni a ceder a las presiones de la Liga, ni se plantea privatizar el futbol en estos momentos, sobre todo porque nadie quiere ser el político o el partido político que pase a la historia como el responsable de poner fin al futbol en abierto, menos aún, a unos meses de que se lleven a cabo las elecciones autonómicas y municipales en España, lo que se traduce en un movimiento antipopular que les podría costar la derrota en los próximos sufragios electorales.

A raíz de dicho conflicto, seis clubes de Primera División decidieron rebelarse contra la Liga y contra sus homólogos que están a favor de que se posponga la Jornada 30. Sevilla, Villarreal, Zaragoza, Athletic de Bilbao, Espanyol y Real Sociedad, presentaron una demanda para que se anule la huelga, y solicitaron a la jueza que adopte medidas cautelares para que sí haya partidos el 2 y 3 de abril mientras se analiza con mayor detenimiento el conflicto.

Estos seis equipos sostienen que la huelga es ilegal porque altera el calendario, y al alterarse el calendario, los más perjudicados serían los clubes, ya que la Liga en vez de acabar en mayo, acabaría en junio, justo cuando inicia la Copa América y el Europeo Sub-21.

Los rebeldes, mejor conocidos como el "G-6", son los únicos clubes que desde un inicio no firmaron el contrato audiovisual, lo que hace pensar que la guerra va más allá de la prohibición del futbol en abierto y evidencia un fuerte enfrentamiento entre los clubes de Primera División.

El conflicto podría llegar a ser gravísimo. Si finalmente hay huelga, el calendario se vería modificado, y en vez de que la Liga concluya el 22 de mayo, acabaría en junio (porque no hay fechas disponibles para que se lleve a cabo dicha jornada en otro momento), justo cuando inicia la Copa América (1 de julio) y el Campeonato Europeo Sub-21 (12 de junio), lo que obligaría a los clubes a ceder a sus jugadores americanos (Messi, Alves, Marcelo, Higuaín, Aguero, Forlán, Guardado, Dos Santos, entre otros) y a sus jugadores españoles (De Gea, Javi Martínez, Mata, Capel, por citar algunos) a sus respectivas selecciones antes de que terminase el presente campeonato.

Además, el convenio de futbolistas les garantiza a los jugadores un mes de vacaciones, con lo que muchos de ellos tampoco podrían estar con sus clubes para jugar la ronda previa de la Champions League y la Europa League en su siguiente edición. Es decir, otra vez pierden los clubes.

En resumen, el problema radica en que la mayoría de los equipos están de acuerdo en que se acabe el futbol en abierto, pero no están dispuestos a prolongar el campeonato hasta junio por la huelga. El gobierno está dispuesto a negociar, pero se niega a tomar medidas drásticas porque son tiempos electorales. Y el único que está empeñado en que la huelga se lleve a cabo es el patronato de la Liga, que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de acorralar al gobierno hasta que ceda y acabe con el futbol en abierto.

Es lamentable que, con todos los intereses que hay de por medio, ninguna de las partes se pueda poner de acuerdo y prefieran que sea una jueza la que determine el curso la historia, sobre todo porque a final de cuentas, el más perjudicado de todos es el aficionado español al deporte de las patadas.

Mañana miércoles la jueza Purificación Puyol hará pública su resolución. Todo indica –en términos de racionalidad- que no habrá huelga, que la jueza adoptará las medidas cautelares y que sí se jugarán los partidos de Liga este próximo fin de semana. La terrible película llamada "Los intereses de la Liga", que dio la vuelta al mundo y evidenció el lado oscuro del futbol español, terminará en un bochornoso y absurdo conflicto con final feliz. Veremos.

[MEDIOTIEMPO]

martes, 22 de marzo de 2011

Hermano de Guardiola, pieza clave en traspaso del nuevo Cesc


Artículo publicado en Medio Tiempo (www.mediotiempo.com)

Descansaba bajo la sombra de su hermano hasta que el nuevo caso Cesc se propagó como pólvora caliente. Se trata de Pere Guardiola, hermano del renombrado técnico del Barcelona, representante de futbolistas de talla mundial como Andrés Iniesta y Luis Suárez que dejó el anonimato al llevar a cabo la operación salida de Jon Miquel Toral Harper rumbo a tierras británicas.

Hasta hace poco, Pere podía moverse en el marketing deportivo como pez en el agua y sin que los reflectores le siguieran. Antes de 2009 representó a una reconocida marca deportiva que hoy patrocina a jugadores como Cristiano Ronaldo y Wayne Rooney. Pero a partir de ese año, se incorporó al negocio de Jaume Roures, empresario vinculado a uno de los grupos de telecomunicaciones más importantes de España y al que Mourinho ha señalado como uno de los culpables de que los horarios de los partidos de la Liga favorezcan al Barça.

La empresa de este controvertido empresario se llama Media Base Sports, y se dedica al marketing deportivo. Pere Guardiola ha aprovechado los contactos y la experiencia que adquirió en Nike para manejar desde ahí a varias promesas de la cantera del Barça, entre los que se encuentra el nuevo jugador del Arsenal que ha reavivado la guerra dialéctica y deportiva entre el conjunto catalán y los ‘Gunners’ que se originó a partir de la salida de Cesc a la Premier League en el año 2003.

El caso Toral ha generado una controversia mediática que supera la mesura. Primero, por su similitud a la salida de Cesc del Barcelona. Segundo, porque el hermano de Guardiola es el representante del jugador. Y tercero, porque según pudo saber Medio Tiempo a través de fuentes cercanas a la directiva del Barça que prefieren guardar el anonimato, la salida de la joven promesa es parte de una estrategia para acercar nuevamente a Cesc al Camp Nou el próximo verano.

Jon Toral tiene 16 años. Es mediocampista y zurdo, se caracteriza por su polivalencia y su técnica refinada. Es hijo de madre inglesa y padre español. Su deseo desde pequeño era jugar algún día en la Premier League. En febrero pasado, para ser exactos el día 22, el Arsenal cerró su fichaje por una cifra cercana a los 500 mil dólares. El conjunto británico acudió al mismo resquicio legal por el que se fue Cesc: cambio de residencia.

El Barça no opuso mayor resistencia al conocer la negociación desde sus inicios y desde sus entrañas. No obstante, en un movimiento estratégico, la directiva del conjunto azulgrana sabía que con esa operación, que ellos consideraron “inmoral”, se habían asegurado un as que les podría ser de gran utilidad.

Y así fue. El pasado 16 de febrero, el Barcelona visitó al Arsenal en los cuartos de final de la UEFA Champions League. Antes del partido, ambas directivas comieron juntas, como es habitual en ese tipo de encuentros. Ahí, el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, le manifestó a su homólogo del Arsenal, Peter Hill-Wood, su malestar por el fichaje de Toral. Ahí mismo, y con ese pretexto, les advirtió que el próximo verano el Barça volvería a intentar el fichaje de Cesc, y que debido a cómo se había dado la operación Toral, el conjunto inglés debía darles un trato preferencial en el próximo verano, más allá del derecho de tanteo que se aseguraron en Barcelona cuando dejaron escapar a Cesc, que consiste en que, ante cualquier oferta que reciba el Arsenal por el internacional español, el Barça debe ser informado al respecto y tiene prioridad en la compra si las ofertas son similares.

A día de hoy, el Barça mantiene su interés por el internacional español. Cesc no se cierra la puerta y ha dado luz verde a sus representantes para que escuchen ofertas. El Real Madrid ya le hizo saber al jugador que está interesado en sus servicios. El Arsenal está dispuesto a vender a su capitán siempre y cuando la oferta que llegue sea suculenta, pero hay que acentuar que de aquí al próximo mercado hay mucho tiempo y en ese transcurso puede pasar cualquier cosa, incluyendo que Fábregas no salga del conjunto británico.

Sea como fuere, lo cierto es que Jon Toral no aterrizará en tierras británicas hasta el próximo verano, cuando el actual campeonato haya concluido. El Arsenal llegó a tiempo para fichar a la joven promesa, porque el Manchester City, el Liverpool y el Chelsea también estaban al acecho.

Toral sólo ha jugado un partido con el filial del Barcelona desde que se hiciera oficial su fichaje. Al parecer, el club que le cobijó desde pequeño, está molesto tanto con el jugador como con su nuevo club. Y es que a raíz de que la Selección Española conquistara la pasada Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010, el número de ojeadores británicos y alemanes en tierras ibéricas ha aumentado considerablemente en busca de nuevos talentos.

Estos visores sólo buscan jóvenes que tengan entre 16 y 18 años de edad, edad a la que los clubes españoles les hacen su primer contrato profesional. Sin embargo, en todo este disparate de contratar chicos adolescentes, existe un problema: que a esa edad hay un sinfín de factores que pueden afectar la formación de un futbolista.

[MEDIOTIEMPO]

viernes, 18 de marzo de 2011

Las esposas de los futbolistas españoles se sinceran


Son trabajadoras e independientes, dicen llevar una vida normal, como la de cualquier mujer. No se consideran una Victoria Beckham ni una Sara Carbonero, todo lo contrario, son sencillas y se desenvuelven con naturalidad. Las tres coinciden en que lo más difícil de ser la esposa o pareja de un futbolista es verlos tristes cuando su equipo va mal, animarlos cuando sufren alguna lesión, pasar los fines de semana solas, escuchar los insultos que evocan las gradas cuando sus parejas se equivocan, y en ocasiones, no saber cómo ayudarlos a superar algunas de sus frustraciones.

Son Marta Parreño, esposa de Jofre Mateu, centrocampista español que debutó en la Primera División española con el Barcelona de la mano de Louis Van Gaal, ganó la Copa del Rey con el Espanyol, y actualmente juega en el Valladolid. Teresa Otegui, novia de Jorge Alonso, centrocampista español que se formó en la cantera de la Unión Deportiva Salamanca, que logró con el Hércules el ascenso a Primera, y que también juega en Segunda con el Valladolid. Y Laura Franco, esposa de Iñaki Aizpurúa, ex portero español que debutó con el Salamanca en la máxima categoría y que actualmente forma parte de la secretaría técnica del Levante.

A Marta, el futbol la ha decepcionado. “Antes me gustaba mucho. De pequeña y preadolescente sufría y me enfadaba cuando el Barça no ganaba. Ahora lo he aborrecido. Me da igual, excepto lo que suceda con el equipo en el que juega mi chico por lo que le pueda afectar a él. Después de conocer por dentro el mundo del fútbol he entendido que muchas veces no sirven ni el esfuerzo personal, ni el talento”, comenta a Medio Tiempo.

Para Teresa, ha sido difícil agarrarle el gusto. “Antes sentía indiferencia hacia ese deporte, pero si compartes tu vida con una persona que se dedica a ello, al final tienes que amoldarte y compartirlo. Me delato si digo que con uno de los dos tiempos sería suficiente”, dice entre risas. Sin embargo, Laura, contundente y convencida, afirma que sí le gusta el balompié.

Tener como pareja a un hombre que trabaja dándole patadas a un balón, que viaja todas las semanas como si fuera Gullivert, que debe estar preparado para empacar las maletas y cambiar de ciudad, de país, o incluso de continente como un diplomático, que cada vez que asoma la cabeza a la calle, o se sienta a comer en un restaurante, o se acerca a un puesto de periódicos es abrumado por los aficionados que piden un autógrafo, no debe ser fácil.

Marta afirma que para ella, lo más complicado de ser la esposa de un futbolista ha sido adaptarse y desarraigarse de una ciudad. “Es lo peor. Sobretodo porque tú no decides ni cuándo te vas, ni a dónde te vas. Eso lo deciden los demás o las circunstancias. Yo he vivido en cinco ciudades diferentes en 10 años (Valencia, Barcelona, Murcia, Madrid y Valladolid ahora), y es posible que aún me queden dos o tres más”.

Teresa lo vive de forma diferente. “Mi vida no ha cambiado, a diferencia de la mayoría de otras esposas o novias, yo no vivo con mi pareja. Soy de otra ciudad y tengo mi trabajo y mis responsabilidades que no puedo dejar. Sin embargo, llevamos mucho tiempo juntos y nos va muy bien. Aunque tengo que decirle también que es complicado verse, puesto que ellos, si no tienen que entrenar, tienen partidos, y básicamente no tienen vacaciones. Los fines de semana, que son cuando yo puedo visitarlo, él se tiene que ir a jugar”.

También asegura que en la vida de un futbolista no todo es color de rosa, detrás del dinero y de la fama, del reconocimiento social y del héroe que viste de corto, hay mucho sacrificio. “La gente que dice que la vida de los futbolistas es increíble, yo les diría que no lo es tanto, sobre todo en los aspectos de tiempo libre. Es duro no poder disfrutar de un fin de semana con tu novio tranquilamente o visitar a tus suegros. Nos vemos siempre que podemos”.

Para Laura no ha representado muchos sacrificios. “En nuestro caso sólo hemos estado en tres equipos y mucho tiempo en cada uno de ellos. En el último destino, hemos vivido separados entre semana debido a que yo tenía un muy buen trabajo y decidí no dejarlo”.

“La imagen de los futbolistas la dan gente como Cristiano Ronaldo y Beckham”

Como bien dice Marta, la fiebre por este deporte roza el absurdo. El endiosamiento de los profesionales del futbol es exagerada hasta unos límites desconocidos. Los aficionados suelen atribuirles una imagen que difícilmente se asemeja a la realidad que les rodea. “De puertas hacia fuera todos los futbolistas son iguales: poco formados, fiesteros, mujeriegos, niños malcriados… De puertas hacia dentro, la mayoría son personas normales: familiares, responsables, algunos con formación, no te voy a decir que todos porque no, pero algunos sí estudian y tienen carreras… La imagen de los futbolistas la dan gente como Cristiano Ronaldo o Beckham, pero la realidad no tiene nada que ver con ellos”.

Teresa coincide con Marta. “En el caso de mi novio, tengo la suerte de que cara a la gente y cara a su intimidad es la misma persona. No hay cambios, es el mismo. Humilde, buena persona, sabe estar y es educado. Más, no puedo pedir”.

Mientras que Laura asegura que su pareja es como cualquier mortal. “Es una persona normal, con sus inquietudes, frustraciones, miedos y alegrías”.

Estas tres chicas, que no sólo son mujeres dé, sino personas valientes acostumbradas a luchar cada día para seguir haciendo su vida de forma natural, y que también sienten y gozan sus profesiones, reconocen emocionarse cuando sus parejas marcan un gol, ganan un partido, ganan un campeonato, o logran un ascenso a Primera División. “Me alegro especialmente cuando se ha sido injusto con él y a lo poco que le dejan jugar demuestra lo que vale”, comenta Marta. Mientras que Teresa se emociona al escuchar la pregunta. “Cuando ganan me encanta, pero cuando mete gol, ¡parece que sólo voy con él! Parece que no soy fan del equipo, sino exclusivamente su fan. Suena algo ridículo, pero me emociona tanto…”.

“Hay entrenadores que son unos auténticos incompetentes”


Los partidos de futbol desde el palco no se viven igual que desde el terreno de juego, de ahí que para Marta un encuentro puede cambiarle la vida a cualquiera. “Si es un partido de Liga, lo vivo normal, con mucha tranquilidad. Si es una eliminatoria de Copa del Rey, algo más intranquila. Y si es un partido decisivo para un ascenso o descenso, ahí sí estoy histérica”.

Y continúa: ”Recuerdo el último partido de Liga cuando mi chico jugaba en Levante. Jugaban en el campo del Villarreal. Si ganaban, permanecían en Primera y mi chico continuaría en el equipo. Si perdían, bajaban a Segunda y finalizaba su contrato. Yo quería que ganaran, primero, porque estar en Primera División es lo mejor que le puede pasar a un futbolista. Segundo, porque yo llevaba tres años en Valencia, tenía un trabajo que me gustaba y me había amoldado mucho a la ciudad. Quería quedarme. Ese día fui al campo, estaba muy nerviosa. Y perdieron. Lloré porque me di cuenta de que una buena jugada de un jugador del Villarreal, o una mala decisión del árbitro, determinaría mi futuro. Y así fue. ¿Pero sabes qué? Que fue para bien, porque fichó por el Español y volví a casa un año”.

Por su parte, Teresa, reconoce que a veces lo pasa mal en la tribuna. “Honestamente lo vivo como alguien más a quien no le “apasiona” el futbol, sin embargo, reconozco que tengo un defecto, soy bastante visceral y no soporto que la gente les insulte y demás. De vez en cuando he tenido que pedir respeto a gente de alrededor”.

Pero para Laura, un partido era sinónimo de sufrimiento. “Yo me ponía muy nerviosa, en mi caso, mi marido era portero, así que los fallos en esa posición se ven muchísimo, yo lo pasaba muy mal”.

Marta también habla del lado oscuro del futbol. “El año que Jofre jugaba con el Español ganaron la Copa del Rey. Aquél año jugó todas las eliminatorias de la Copa, todas, y marcó varios goles. Y en la final, el entrenador le dejó en la grada para que los titulares que jugaban el campeonato de liga disfrutaran del partido. Esas injusticias me revientan, tanto si las hacen contra él, como con cualquier otro. No puedes quitarle a un jugador la experiencia de vivir una final en el Bernábeu cuando ha jugado con éxito todas las eliminatorias”.

También asegura que algunos técnicos no están capacitados para dirigir a un equipo. “Considero que muchos entrenadores, como el 65%, no tienen ni idea de llevar grupos, no tienen ni idea de inteligencia emocional, ni de motivación. No tienen ni idea de tratar con personas, y lo creo tras 10 años de ver el comportamiento de muchos entrenadores. Muchos no saben tratar a titulares y suplentes por igual y crean mal ambiente. Por eso llega alguien como Guardiola, formado, inteligente, capaz, empático con los jugadores, que logra lo que logra. Él es la excepción. Pero hay bastantes que son auténticos incompetentes”.

Cuando se les pregunta que cuál es la parte más reconfortante de estar casada con un futbolista, todas responden con sinceridad y sin tapujos. “Ver cómo la gente les siente tan cerca sin ni siquiera conocerles. Ver a los niños esperar al final de los partidos para hacerse nerviosos una foto, temblando. Ver que cuando ganan, es como si hubieran ganado ellos, los aficionados. Conocer gente de muchos lugares. Vivir en ciudades distintas”, dice Marta.

Teresa, por su parte, recuerda con mucho orgullo y satisfacción el día que su novio le dedicó un gol. “Mi novio me dedicó el golazo de la victoria haciendo una “T” con sus manos y mandando un beso a la cámara porque me habían operado…. Qué puedo decir… me hizo llorar de emoción”. Por su parte, Laura asegura que lo que más le reconforta son “los ascensos a Primera y la felicidad de la afición”.

El futbol es capaz de crear héroes y villanos. A veces lo que sucede en un campo tiene repercusión en el estado de ánimo de un aficionado, que a su vez, traduce esa frustración en odio, y ese odio se refleja en las portadas de los periódicos. Cuando un futbolista falla, esa sensación se convierte en frustración, y en ocasiones en depresión. Tanto Teresa, como Marta y Laura, aseguran que una de las cualidad que debe tener una esposa de un futbolista es ser anímicamente fuerte, porque “los jugadores sufren depresiones, cambios de entorno constantemente y presiones que terminan reflejándose en el terreno de juego”.

Al respecto, Marta cuenta a Medio Tiempo una anécdota que marcó su vida en un campo de futbol. “Partido del Levante. Allí jugaba un ex futbolista del Real Madrid extranjero muy reconocido. Este jugador tenía un niño pequeño que tenía una enfermedad cerebral muy grave (ya murió). El equipo iba mal y perdieron otro partido. Al finalizar el encuentro, los aficionados les esperaban para insultarles a todos, y la manera de insultarle fue: “¡Qué se muera el hijo de M...!”. Gritando todos y repetidas veces. Eran muchos, no solo un descerebrado. Es algo que nunca olvidaré. A veces le gente se toma el fútbol como algo personal. La gente va al estadio a descargar sus frustraciones personales. Hay gente que va a los partidos no a animar, sino a criticarlo todo, a insultar, a gritar, a maldecir”.

jueves, 3 de marzo de 2011

El hijo futbolista de Gadafi


Pareciera que son personajes de una película, que salieron de la imaginación de un director de cine, que son producto de un guión que ganó el Oscar, pero desafortunadamente no lo son. Hablamos de Gadafi y su familia, el dictador Libio que tiene en vilo a gran parte del planeta tierra y que ha atentado contra su propia población, que insiste en que es “el pueblo”, y no él, quien gobierna, que ha preferido perpetrarse en el poder en vez de dejar el cargo y salvar cientos de vidas humanas que piden su exilio después de más de 40 años en el gobierno.

Esta es la historia de uno de sus ocho hijos, Al-Saadi, quien invirtió gran parte de su fortuna y de sus influencias para convertirse en futbolista profesional. Su travesía por las alfombras verdes comenzó cuando decidió convertirse en presidente del club de la capital. Rápidamente compaginó su función directiva con la de jugador profesional. Se convirtió en el capitán del Al-Ahli de Trípoli. Era el año 2000. No era un jovenzuelo, tenía 27 años y había decidido, sin consultar a nadie, que tenía las cualidades de un mediocentro creativo.

No satisfecho con sus múltiples funciones alrededor del balompié libio, se hizo cargo de la Federación de Futbol de su país. Estando ahí, contrató por unos cuantos fajos de dinero a Maradona como asesor, a Carlos Bilardo como seleccionador y a Ben Johnson como preparador físico.

Esos fueron sus primeros pasos en el mundo de las patadas. Posteriormente, cambió de colores, fichó por el Al- Ittihadi hasta 2003. Obsesionado con el futbol, y con plena convicción de que su sueño ya no sólo consistía en ser futbolista profesional, sino que, al ver que sus arcas eran más productivas que sus piernas, y sus influencias más efectivas que su cintura, decidió convertirse en una estrella del Calcio y deleitar al público italiano en algún partido de Champions.

Y dicho y hecho. En 2003 el Perugia lo contrató por dos años. Ilusionado y con los tacos bien boleados, esperó su turno, sin embargo, el día que todo se había conjugado para que Saadi debutase, un tranvía llamado antidoping se le atravesó. Sin pisar el césped, el hijo favorito de Gadafi pasó por el control de dopaje, dio positivo por una sustancia llamada nandrolona que encontraron en su orina, y se quedó tres meses sancionado sin poder jugar.

En 2005 cambió de equipo y fichó por el Udinese. Ahí estuvo a punto de ver cumplido su objetivo, el de jugar un encuentro de Champions League, sin embargo, el entrenador discriminó los miles de euros que Saadi tenía un maletín y lo dejó en el banquillo. En tres campañas sólo jugó un partido.

Después llegó la oferta de la Sampdoria, un mítico de Italia que se aseguró con su fichaje una buena recompensa y no se vio en problemas con su afición, pues Saadi nunca debutó con el amor eterno de Génova.

Fue entonces cuando decidió ponerle punto y final a su historia como futbolista. A decir verdad, dicen los que saben, que sus cualidades como jugador eran escasas, sus piernas no le permitían mover el balón con facilidad, su cintura parecía de metal, su técnica era más parecida a la de una tabla de madera que a la de un tablero de ajedrez.

Sus encantos traspasaron la frontera de los trogloditas amantes del balompié, en 2012 se estrenará una película made in Hollywood con presupuesto que salió de su bolsillo. Hay que acentuar que también pagó 300 mil euros al Barça en abril de 2003 por un partido amistoso contra el equipo dirigido en ese entonces por Radomir Antic, e intentó engañar a la mafia italiana al no pagar un mes de cuenta de un hotel asegurando que creía haber liberado la cuenta antes de partir.

Foto: www.tribuneindia.com