
Avanzados los años setenta, dos jóvenes estadounidenses llamados Steve Jobs y Steven Wozniak, de 21 y 26 años de edad, respectivamente, planeaban ingresar en un mundo que por aquellos tiempos aún era desconocido para la mayoría de los mortales. Eran tiempos en que los únicos usuarios de computadoras eran muy pocos y se reducía a un minúsculo grupo de verdaderos románticos de las nuevas tecnologías.
Estos dos jovenzuelos, emprendedores innatos, decidieron vender una camioneta y dos calculadoras en mil 300 dólares para poder abrir Apple Computer Inc, tienda que ubicaron en el garage de Steve Jobs. Sus posibilidades de éxito eran prácticamente nulas, sin embargo, al cabo de seis años, los emprendedores que, al iniciar este proyecto afirmaron que “las computadoras serán las bicicletas de la mente”, ya vendían 650 mil unidades por año. Al cumplir la década de existencia, Apple pasó de ser una compañía de dos personas a una empresa de cuatro mil empleados.
Actualmente, aunque algunos no compartamos esta opinión, el tamaño de un club de fútbol no se mide por el número de títulos que tiene en sus vitrinas, ni por lo bien que juegue al fútbol, sino por su prestigio y sobre todo por el alcance de su marca, a pesar de que, le cueste a quién le cueste, los resultados deportivos siempre estarán asociados a la viabilidad de un club.
La familia Glazer, empresarios por naturaleza que incursionaron al mundo del fútbol inglés a través del Manchester United, tienen una visión del balompié que se traduce en números. Según el portal futebolfinance.com, en 2010, el conjunto de los ‘Red Devils’ tenía 15 patrocinadores que aportaban casi 77 millones de euros anuales a las arcas del club. El principal patrocinio sigue siendo AON Corporation. Ésta compañía, que tiene contrato por cuatro años con el equipo de Ferguson, contribuye con 23.5 millones de euros al año. Le sigue Niké, con 30 ‘kilos’. Y después, están Hublot (2.8 millones), Thomas Cook (1.5 millones), MTN (715 mil euros), Icomera (75 mil), 3 Indonesia (715 mil), Bharti Airtel (2.2 millones), Betfair (1.8 millones), Globalcom Limited (3.7 millones), Telecom Malaysia (1.3 millones), Turkish Airlines (1.1 millones), Aigo (3.8 millones), Concha y Toro (1.7 millones) y Epson (1.5 millones).
No obstante, el Manchester United es uno de los clubes que aumenta sus capacidades empresariales año con año. Ahora cuenta con 26 sponsors, es decir, 11 más que el año pasado. Esto se traduce en que cualquier compañía quiere ver su marca disfrazando al conjunto donde milita el mexicano Javier Hernández. Sin embargo, y aunque parezca contradictorio, la familia Glazer tiene al club endeudado con una suma que alcanza los 800 millones de euros.
Y es ahí donde se alimenta la ira de los aficionados rojos. Es entonces donde vale la pena preguntarse si estamos a favor o no de la incorporación al fútbol de multimillonarios caprichosos que utilizan un club como si se tratara de un muñeco de peluche con el que un niño juega, se divierte, y cuándo le aburre, lo deja tirado en la alfombra, sin brazos y sin ojos, hasta que otro niño rico se encapricha y le devuelve la vida.
El fútbol es más que dinero, y la UEFA lo reitera. No se trata únicamente de un negocio, también se trata de conservar un deporte, de alimentar las emociones, de cultivar los sentimientos, de alentar las pasiones. Se trata también de proyectar valores, de tener espacios que fomenten la convivencia, de puntos de fuga donde la sociedad puede encontrar un refugio que lo proteja de la realidad que le rodea, de sueños y delirios. El dinero y el fútbol no deben pelearse, pueden ser grandes aliados, siempre y cuando exista el respeto mutuo. Ojalá los Steve Jobs fueran los emprendedores que incursionan en el mundo de las patadas, y no los depredadores americanos, los jeques árabes y los rusos caprichosos. Si fuese así, estoy seguro que el fútbol se reinventaría sin perder su esencia.
Foto: www.smh.com.au
No hay comentarios:
Publicar un comentario