viernes, 18 de febrero de 2011

El Bernabéu y la serpiente que quiere cambiar de piel


Escribía hoy José Félix Díaz (ver nota), periodista serio, profesional y con gran prestigio en la prensa española por su instinto periodístico y su liderazgo en cuanto a exclusivas se refiere, que Florentino Pérez había retomado la idea de patrocinar el estadio Santiago Bernabéu con el fin de incrementar los ingresos del club que preside.

Para ello, viajó junto con José Ángel Sánchez, director general corporativo del Real Madrid, por diferentes países árabes. La oferta más suculenta que recibió el presidente blanco alcanza los 60 millones de euros, sin embargo, la operación se antoja complicada.

Primero, porque antes de cerrarse la operación tendría que ser aprobada por la Asamblea de socios compromisarios, que actualmente está compuesta por unos dos mil miembros. Y segundo, porque Florentino no estaría de acuerdo en cambiarle el nombre al estadio. Se le pondría la afición en contra a pesar de que ese ingreso supondría, posiblemente, mayor presupuesto para fichar jugadores galácticos, que son los que seducen como mar caribe al presidente merengue.

Sea como fuere, lo cierto es que no sería el primer estadio en España que cambiaría de nombre, Para muestra, el recinto del Mallorca, que de llamarse Son Moix cambió a Ono Estadio y ahora es el Iberostar Estadio. O el antiguo Sadar de Pamplona que ahora se llama Reyno de Navarra.

Como bien menciona Félix en El Confidencial –síganle la pista a este periodista si quieren estar informados sobre la actualidad del fútbol español-, en Inglaterra es más recurrente ver la debilidad de los presidentes ante las ofertas millonarias que, sin temor a equivocarse, aceptan cambiar el nombre de su estadio con el fin de mejor la economía del club al que representan, sin detenerse a pensar que, para los aficionados, el nombre de su segunda casa es algo así como su segundo nombre.

¿Se imaginan que el Estadio Olímpico Universitario cambiará de nombre y ahora se llamara Estadio Banamex, o el Estadio Azteca pasará a ser Coca-Cola Stadium, o que el Camp Nou se convirtiera en el Estadio UNICEF, o el Santiago Bernabéu fuera el Saudí Telecom?

La crisis por la que atraviesan la mayoría de los clubes europeos, aunada a la necesidad de generar mayores ingresos, puede ser un punto de inflexión para que la epidemia del dinero se imponga a la nostalgia que puede generar el cambio de nombre de un estadio.


Foto: corazonblanco.com

1 comentario: